Resultaría complicado determinar quién llevó antes el clean look. No hablamos de un estilismo aislado, sino de una estética completa que abarca de una manicura minimalista a un maquillaje que se apoya en la belleza de la piel, reduciendo al máximo los aderezos.
Esto, trasladado al cabello, es un moño o una coleta, bajos, con la raya en medio y muy pulidos, de tal modo que el pelo se borra de la ecuación y todo el protagonismo va para el rostro, que se ve mucho más luminoso y natural.
Vicky Martín Berrocal o Hailey Bieber son algunas de sus mejores embajadoras, demostrando que el clean look no tiene edad, ni nacionalidad.
Pero hace poco descubríamos que a este impecable estilismo, que a veces puede pecar de aburrido y poco arriesgado, le ha salido un competidor o, mejor dicho, una reinterpretación. Hay una alternativa fashionista al clean look, palabra del street style.
¿Preparada para el peinado más disruptivo de la historia (ironía modo on)?, pues el otro clean look consiste en dejar un mechón o dos, siempre fuera del recogido y que estos siempre caigan sobre el rostro.
Como si una horda de adolescentes de los 90-2000 se hubieran lanzado por las calles de París, Milán o Nueva York, durante los últimos desfiles veíamos que eran varias las influencers y trendsetters que optaban por sacar un mechón de sus coletas y moños bajos.
El efecto logrado con el efecto del peinado es el de un look mucho más casual, alternativo e incluso emo de los de aquellos tiempos. Una de las particularidades para potenciar el toque grunge, que, por otro lado, parece colarse entre las tendencias de belleza de la temporada, es jugar con la textura del cabello.
No hablamos de cabellos rizados que se recogen con un mechón libre que cae sobre el rostro, sino de incorporar el frizz y ese toque messy, en el estilismo. La idea es que parezca que te has recogido el cabello de mala gana, sin tiempo ni miramientos, justo antes de salir de casa.
Y cuando decimos que un deliberado mechón se ha soltado, también nos referimos a los degradados frontales, las patillas o los baby hairs (cabello nuevo, visiblemente más corto).
Giambattista Valli ya nos enseñó el superpoder de sacar las patillas de un moño, pero ahora el efecto es mucho más natural; recuerda lo que el concepto effortless chic puede lograr en el terreno de las tendencias.
Otra posible explicación de la rápida expansión del nuevo clean look capilar es que no se limita a una sola tipología de recogido. Puede aderezar una mayor variedad de peinados. En el street style y los front rows de los desfiles de moda lo hemos visto en coletas largas y bajas o incluso melenas sueltas.
Incluso Jisoo, una de las cantantes de la banda surcoreana Blackpink, lo llevó con dos coletas bajas para el desfile de Dior, aunque sus mechones frontales apenas cubrían su rostro. Y es que otra de las opciones es no llevar solo un mechón sobre la cara, sino también llevar dos.