¿Alguna vez te has preguntado que si te tienes que limpiar el rostro y el cuerpo todos los días por qué no ocurre lo mismo con tu pelo? Hasta el momento, tricólogos y peluqueros recomendaban lavarse la cabeza con una frecuencia de dos o tres días; a no ser que se tuviera el cabello muy graso, en cuyo caso el gesto debía de hacerse a diario. Pues bien, ahora varios expertos capilares defienden que también deberíamos de higienizar nuestro cabello con más frecuencia. El motivo no es otro que, como el cuero cabelludo también es piel y está sometido a la suciedad que hay en el exterior, la contaminación, el sebo y el sudor, por no hablar de los productos de styling que solemos usar, sugieren que también requiere de una limpieza más reiterada.
“La norma para una persona promedio es un lavado de pelo cada 2-3 días, esto queda claro si entendemos cómo funciona un champú. El cabello produce un aceite natural llamado sebo, y el champú captura y atrapa la suciedad, pero también elimina este aceite natural. Si se abusa del lavado con champú, las defensas de la piel del cuero cabelludo disminuirán y este tendrá más tendencia a presentar problemas, y el cabello se quedará más seco y con tendencia a romperse”.
“Si bien es cierto que el cuero cabelludo es piel, también es verdad que es más resistente que la del rostro. Y a pesar de estar expuesto a la suciedad, él mismo segrega una grasa que le sirve como escudo protector de diversas agresiones exteriores”. Un lavado diario cuando no es realmente necesario –las excepciones son haber sudado mucho, haber estado en un lugar cerrado con humo, trabajar en una cocina o tener el pelo muy graso– puede ser contraproducente. “El abuso de champú puede sensibilizar el cuero cabelludo, ya que, con este gesto, este último puede entender que tiene que protegerse de la pérdida de grasa (capa protectora), por lo que pondrá a las glándulas sebáceas a trabajar para que el depósito de protección sea suficiente, provocando así una producción excesiva de sebo”, aclara la experta.
Frecuencia de lavado según tipo de cabello
Está claro que el cuero cabelludo es un tejido vivo que contiene glándulas sebáceas y sudoríperas y que es una zona que necesita eliminar las células muertas de la piel, por lo que su cuidado es esencial para el crecimiento de un pelo fuerte y saludable. Pero ambos expertos opinan que no hay una regla exacta que delimite cuál debe ser la frecuencia de lavado para todo el mundo. “Esta dependerá de la sensibilidad del cuero cabelludo, del tipo de cabello, de la edad, de dónde se vive, si hace mucho calor o no, si se hace demasiado deporte, si la actividad profesional exige tener siempre el pelo impecable… Aun así, muy pocas veces recomiendo lavar la cabeza todos los días”, reconoce Sadler. El doctor añade que “realmente solo un pequeño grupo de personas necesita lavarse el cabello diariamente. Esto habitualmente se recomienda a aquellos que hacen mucho ejercicio y sudan, o personas que tienen el pelo muy graso”.
La clave de una limpieza adecuada del pelo está en uno mismo. “El primer paso para lavar la cabeza como es debido es conocer nuestro pelo y cuero cabelludo y determinar qué frecuencia de lavado y qué tipo de champú es el adecuado para nosotros. Las personas con pelo fino suelen tener más tendencia a que este sea graso y deben lavarse a diario o día sí, día no; en el otro extremo están las de cabello grueso, que producen menos grasa y pueden lavarse una vez a la semana”, explica el doctor.
Pero si tu melena realmente requiere de una limpieza diaria, independientemente de cómo sea tu tipo de cabello, “lo recomendable es que uses un champú neutro, relativamente suave y que no contenga ni parabenos ni sulfatos en su formulación. Y lo combines con una referencia más adecuada a tu pelo (coloreado, rizado, seco, encrespado, sin volumen, etc) un par de veces a la semana”, aconseja la peluquera.
En este caso debes olvidarte de los champús purificantes, ya que “están especialmente diseñados para eliminar químicos, contaminantes o productos para el cuidado del cabello, aunque coloquialmente también se incluyen aquellos con formulaciones específicas como las utilizadas para el cabello graso”, advierte el tricólogo. “son solamente necesarios cuando hay una suciedad extrema, después de haber estado usando productos capilares con sulfatos y parabenos o cuando se quiere eliminar puntualmente algunos residuos. Solo se deben emplear de vez en cuando porque, de lo contrario, se terminará sensibilizando el cuero cabelludo, experimentando picor, tirantez y sequedad”.
Por último, ten en cuenta que con una frecuencia de lavado elevada no es necesario aplicar champú dos veces, sino que una seguida del acondicionador –este no debe aplicarse en el cuero cabelludo para no proporcionar grasa y pesadez, así como hay que aclararlo muy bien– es suficiente y necesaria para no dejar al cuero cabelludo sin defensa ante las agresiones externas.