Cada año, la primavera invita a renovarse. Y dadas las posibilidades que nos ofrece el cabello en este sentido (un potente medio de expresión que, por suerte, siempre crece), atreverse con un buen corte de pelo puede ser el mejor revulsivo llegado el cambio de estación. Investigando esta vía en Instagram, me detuvo el dedo un post reciente de la peluquera Mara Roszak.
«El corte de pelo rompecorazones de los 90», decía el pie de foto de Roszak, bajo una imagen de Mariah Krey –artista de 25 años afincada en Los Ángeles– con un melena cortita y rubia de lo más cool, construida con capas muy cortas pegadas a la nuca y otras más largas por delante rozando la parte alta del pómulo: «Me gusta mucho la caída que tiene: parece que está vivo», dice Krey. “Buscaba darle ese aire espontáneo”.
En cuanto al nostálgico nombre que ha acuñado Roszak, procede de las referencias que Krey llevó a su cita: Leonardo DiCaprio en Romeo + Julieta, Cameron Diaz en Algo pasa con Mary y Gwyneth Paltrow en Dos vidas en un instante. «Me devolvió a mi adolescencia pero en plan bien», dice Roszak del proceso, para el que evalúo primero qué versión del corte funcionaría mejor con la textura natural de Krey: «En los 90, muchos chicos llevaban este corte, ¡mi primer amor lo llevaba así!». Para Krey, su nuevo estilismo personalizado rompe con cualquier expectativa: «Me siento libre con este corte. Libre de expectativas, libre de percepciones y de estándares de belleza convencionales. Puedo ser yo misma con confianza, sin tener que pensar ni esforzarme mucho», dice.
Pensando en mi caso, alguien con rizos bastante apretados y ganas de cortarse un par de centímetros, me pregunté qué tal quedaría este corte en un pelo con más textura. La respuesta me la dio el último look de Zazie Beetz, un micro bob con tirabuzones hasta el pómulo. “Zazie tiene un pelo precioso, pero lo bueno del pelo es que te permite jugar, y queríamos darle un aspecto totalmente diferente a como vino», explica su peluquera Lacy Redway, que a petición de la estilista Jessica Willis creó una melena corta y rizada para una sesión de fotos. «Queríamos despejar mucho el cuello y que la línea del corte imitase la de su mentón para acentuar esa forma tan bonita de cara que tiene». Beetz lució después el look en la alfombra roja con el pertinente estilo noventero, acompañándolo de un crop top, cadenas corporales y un choker: «Para las chicas de pelo rizado, lo suyo es comprobar cómo va a quedar el corte antes de lanzarse», señala Redway. Según explica la experta, se puede probar con una peluca como hizo Beetz o sujetar las capas inferiores del pelo para simular un bob. Si te gusta lo que ves, ayuda a tu estilista a dar con tu propia versión.
Como demuestran los trabajos de ambas profesionales, el bob de estilo años 90 es un corte muy versátil. Para peinarlo de forma natural y secando el pelo al aire, Roszak utiliza el aceite de peinado ligero de su marca Rōz Santa Lucía para aportarle brillo y definición. Para conseguir un efecto húmedo, como lo lleva Beetz, Redway prepara el pelo con el spray texturizador 5 en 1 de Tresemme y consigue el acabado brillante con el Hair Therapy Brilliant Gloss and Repair de Dove. Y si hay un momento ideal para meter tijera, es la primavera. “Cuando cambia el tiempo, la gente tiene ganas de cosas nuevas”, insiste Roszak. Redway lo suscribe: «Te quitas de encima las capas del invierno», dice. «Sienta muy bien quitarse el pelo de los hombros y empezar de nuevo». Si todo va como debe tanto en el corte como en el peinado, prepárate para recibir elogios. “Este ha sido el único corte de pelo con el que me han parado por la calle y me han piropeado”, dice Krey. “¡Cuando pasa eso siempre me pongo roja!».
Te darás cuenta, además, de que este bob andrógino de los 90 no solo te transforma de cuello para arriba sino mucho más allá. Para Krey, llevar este corte tan relajado y ligero va parejo a una evolución en su estilo personal: «Me ha permitido jugar con la dualidad, explorar a la vez el lado femenino y el masculino», dice. “Me ha llevado un tiempo averiguar cómo se viste eso, porque ya no puedo confiar en que lo marque mi pelo», continúa. «El caso es que ahora me etsoy inclinando por siluetas más ajustadas, telas transparentes y prendas más delicadas tipo encaje. Incluso cuando me pongo unos vaqueros y una camiseta blanca, me siento diferente». Redway también celebra los contrastes del corte: «Me encanta que la fluidez de género se esté trasladando también al cabello, y que la gente sea cada vez más libre a la hora de expresarse», dice.
Aunque la nostalgia es un factor clave en el actual revival de los 90, Krey considera que la mayor baza de este corte es su autenticidad. «La obsesión por los looks de los 90 se debe, en parte, a que tenían un rollo muy sencillo y despreocupado», dice Krey. «La gente no intentaba ser guay, simplemente lo era».